La industria de la desalación en Chile

Las condiciones climáticas a lo largo del país han cambiado drásticamente como consecuencia del cambio climático. De esta forma, ha devenido la necesidad de adaptar las fuentes de recursos hídricos de las que depende el país, revisar el rol de las instituciones involucradas y otros aspectos de la gestión hídrica.

En Chile actualmente hay 24 plantas en operación que producen un total de 9.703 l/s, cinco plantas en construcción que aportarán 3.904 l/s adicionales, tres con resolución de calificación ambiental o con perspectivas de licitación que aportarían otros 3.136 l/s, y 35 proyectos de producción de agua de fuentes marítimas y residuales y de uso de agua de mar para la minería y la generación de energía eléctrica, según el último catastro de la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES).

La implementación de estas nuevas fuentes implica retos importantes que involucran la colaboración de los sectores públicos y privados. El Estado debe garantizar la prestación de dichos servicios públicos, habilitando nuevos proyectos capaces de abastecer la demanda creciente de agua, destinando mayores fondos para asegurar que nadie se quede abajo en este proceso de transición hídrica para garantizar la seguridad hídrica.

Por su parte, el sector privado debe identificar nuevos proyectos y oportunidades, desarrollándolos eficazmente para que las soluciones lleguen a la gente que lo requiere cuando lo necesiten, protegiendo a las comunidades y el medio ambiente.

Nuestra transición hídrica depende de la complementación de las fuentes existentes con las del futuro, utilizando el agua de forma responsable y eficiente.